Hace unos días te informábamos que Educatio Servanda ha reconocido a Esperanza Aguirre con el I Premio Educatio a la Libertad Educativa. A continuación, te explicamos las razones que nos han llevado a crear este galardón.
Desde su fundación, Educatio Servanda ha abogado por la libertad en el ámbito educativo. Si el derecho de los padres a elegir la enseñanza que desean para sus hijos, ha sido una reivindicación permanente en su recorrido, también lo ha sido el ejercicio de una defensa desacomplejada de la escuela católica.
Esta falta de complejos, así como su profunda fe en las convicciones que defiende, de igual manera que le han permitido ganarse el respeto y el cariño de miles de familias que confían la enseñanza de sus hijos a los centros educativos Juan Pablo II, le han situado a menudo, en el punto de mira de quienes insisten en imponer a todos su modelo único de escuela. No importa.
Es un hecho que la libertad siempre tuvo que convivir con poderosos enemigos. La época que vivimos no es una excepción. Educatio Servanda ha sido perseguida por querer ser libre. Su defensa de la libertad y la diversidad educativa para todos le ha valido el raro honor de ser la primera entidad sancionada por la llamada Ley de Igualdad LGTBI, popularmente conocida por la Ley Cifuentes. Pero también ha sido la primera en vencerla en España, al recibir el respaldo de la Justicia. Nos tocaron el corazón las palabras de José Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián cuando nos agradeció el haber “dado un paso al frente en esa lucha por la familia, por la educación de los hijos, y que nos ha hecho un servicio a todos por el bien común”.
Era nuestro deber. Una sociedad que se sabe plural, difícilmente puede transigir con un modelo que persigue encorsetarla en el blanco y negro de la uniformidad. Una sociedad democrática no puede resignarse a convivir con el sistema impositivo que determinan unas elites ancladas en el interés del privilegio. Una sociedad abierta, en pleno siglo XXI, no debe permanecer pasiva hacia la anacronía fundada en un utopismo sesentayochista que ha acreditado sobradamente su fracaso.
Este ánimo, la defensa de una sociedad plural, democrática y abierta, explica las múltiples iniciativas llevadas a cabo por la fundación en este tiempo, las últimas de las cuales son el Manifiesto por una Escuela Católica, que consiguió más de 100.000 adhesiones, la campaña #libresparaelegir, que aboga por una verdadera libertad educativa y su despolitización, o su activa colaboración en #yoelijo que, como la anterior, defiende el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos.
Por todo ello, Educatio Servanda ha decidido crear el PREMIO EDUCATIO A LA LIBERTAD EDUCATIVA. A través de él la fundación quiere reconocer el valor de quienes, nadando la mayoría de las veces a contracorriente, defienden sin fisuras la pluralidad educativa en todas sus manifestaciones.
La entrega de este premio tendrá lugar en cóctel benéfico que se celebrará el próximo 21 de Junio en Casa Club (Calle Pinar, 17), donde se procederá también a la entrega de la VII edición de los Premios Educatio.
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