A menudo, los padres se sienten inermes frente al creciente poder adquirido por influencias extraescolares que introducen en los hijos ideas y principios opuestos a sus convicciones. El inconveniente es que estas influencias crecen en el mismo grado que se debilita la familia, y a medida que el niño se va acercando a la adolescencia.
Durante esta etapa, de búsqueda de su identidad, sucede con frecuencia que el joven modifica sus referencias familiares, buscando, aun sin criterio, nuevos modelos que difieren de los valores que le acompañaron en los primeros años de vida. Para anticiparse a esta ruptura, se hace preciso que los padres propongan a los hijos, cuando todavía son pequeños, alternativas con fuertes elementos de vinculación que les ayuden a incorporar estas nuevas referencias, ya elegidas por ellos, para madurar gradualmente su personalidad desde un punto de vista cristiano.
Para Educatio Servanda es este un objetivo prioritario. No en vano, el tiempo de ocio se erige en el tercer pilar, junto con la enseñanza y la familia, sobre el que se asienta el proyecto educativo global de la Fundación. Ésta considera que, rectamente orientado, el tiempo libre no sólo sirve para ofrecer a los niños y jóvenes un ambiente sano donde divertirse, sino que se puede convertir en la mejor escuela de virtudes. De ahí que haya de ser necesariamente un espacio que, lejos de quedarse fuera del ámbito educativo, se integra en él de una manera coherente y armónica