Concebida como institución de ámbito nacional, Educatio Servanda nace en la diócesis de Getafe. Aun cuando no es este el momento ni el lugar de relatar el cúmulo de “casualidades” o “causalidades» que se produjeron para que termináramos allí, baste decir que, ni Getafe, ni ninguno de los municipios de su diócesis, formaban parte de nuestros primeros planes de búsqueda. Sin ánimo de resultar pretenciosos, tenemos la convicción de que fue el Señor quien eligió esta diócesis para nosotros.
Sería allí, en la diócesis de Getafe, donde encontraríamos nuestro primer enclave físico y, no menos importante, donde hallaríamos nuestro lugar en la Iglesia. La inclusión de su obispo en el patronato de la Fundación nos reveló la que habría de ser la composición orgánica y vital de Educatio Servanda: un cuerpo laical y una alma diocesana que, a partir de entonces, caminarán con la guía y el acompañamiento del obispo diocesano.
Más adelante, el Espíritu Santo, representado en nuestro logotipo, nos impulsaría a nacer en otras diócesis españolas, irradiando así desde Getafe nuestra acción a otras provincias de España.
Es así como llegamos a nuestro décimo aniversario. El año en el que cumplimos diez, el Papa Francisco nos sitúa en clave de Misericordia y nuestro patrón, Juan Pablo II, a través de la profunda mirada en el Corazón de Jesús que recorre de modo transversal su magisterio, ilumina la nuestra y nos empuja a entrar junto a él en la fuente de la Misericordia. Es el mismo corazón de Jesús al que hace un siglo España se consagrara en Getafe y al que también en Getafe, corazón de España, se consagrará la Fundación Educatio Servanda el 15 de octubre.
Uniendo todas estas piezas, todos estos signos, descubrimos, como si de un fogonazo se tratase, la certeza del inmenso regalo -otro más- que Jesús nos ofrece en nuestra primera década de vida: que nuestra Fundación reciba, goce y promueva, una mirada renovada al Corazón humano de Jesús, como el lugar de la fusión de nuestra propia humanidad con la divinidad del Padre. “Quien me ve a mí ve al Padre que me ha enviado” (Jn 14,9)
Si en otro punto comenzábamos afirmando que, al igual que los niños que crecen van descubriendo poco a poco aspectos de su propia vida, concluimos con el descubrimiento, gracias a este regalo, de una espiritualidad concreta que está llamada a contribuir en nuestro crecimiento, en nuestra conformación como institución educativa.
La aceptación de este presente, el gozo de haberlo recibido y la responsabilidad de compartirlo es lo que comenzará el día 15 de Octubre del año 2016 en el Cerro de Los Ángeles con un solemne acto de consagración a su Sagrado Corazón de la institución, sus obras y sus miembros. Y eso es lo que Dm, haremos el día 15 de Octubre, un día que será histórico y trascendental para Educatio Servanda y todos nosotros.
Sin comentarios