El XI Congreso de Familias y docentes Católicos ha superado con creces nuestras expectativas. En términos cuantitativos, la retransmisión ha superado ya las 7.200 visualizaciones, el chat alcanzó las 1.500 interacciones, y el canal de Educatio Servanda consiguió incrementar en un 22% el número de suscriptores.
Estos números, sin embargo, no hacen sino constatar la oportunidad y la relevancia de los ponentes, todos y cada uno de los cuales, estuvieron a la altura que se esperaba de ellos. Si todavía no has visto el congreso, ya tienes a tu disposición todas ya cada una de las intervenciones. Si asististe, aquí tienes las conclusiones.
1. En diciembre, el Gobierno aprobaba la Ley Celaá; en marzo, la ley de eutanasia; en abril, la ley de infancia y adolescencia. Y próximamente, aprobará dos leyes de ideología de género. En suma, una inusitada intensidad legislativa que, aun siendo aparentemente inconexa, presenta un hilo conductor: todas y cada una de estas normas agreden gravemente derechos y libertades básicas de la familia, deconstruyen su estructura antropológica, y rompen los vínculos ancestrales que a lo largo de la historia han unido a hijos, padres y abuelos. Nos encontramos, pues, ante un proceso sistémico de ingeniería social que, destruyendo a la familia, busca destruir la sociedad que conocemos.
2. Este ataque sistémico a la familia encuentra un origen histórico en el ateísmo mesiánico de los siglos XIX y XX que dio lugar al ateísmo libertino, propio de la postmodernidad decadente. Este ateísmo se sustenta sobre un neognosticismo que consagra la autodeterminación ilimitada del individuo como principio rector de su acción. Frente al deseo razonable, del que la persona es capaz de dar razón ante el mundo, el ateísmo actual impone como ley el deseo expresivo, que renuncia a cualquier anclaje en la razón y en la realidad. La satisfacción del deseo así entendido genera resentimiento y depresión.
3. En contraposición a este decadentismo insano y descreído, la Fe revela con toda luminosidad la grandeza de lo creado, la grandeza de la vida de cada ser humano, lo que genera en la persona una alegría incontenible, al tomar conciencia del inmerecido don de la realidad. Esa gratitud ante lo dado no conduce a actitudes resignadas o conformistas sino, al contrario, a un afán insobornable de resistencia ante la injusticia. El recurso más eficaz para superar el ateísmo de nuestro entorno, es el testimonio cotidiano de gratitud y fidelidad ante la grandeza de lo recibido: la existencia personal en el ámbito de una familia
4. En el terreno educativo, la nueva y controvertida LOMLOE excluyó en su tramitación parlamentaria a la comunidad educativa. Adolece, en consecuencia, de un serio déficit democrático en origen que se acentúa con su pretensión de privar a las familias de su derecho a elegir la educación que desean para sus hijos. El Estado parece querer suplantar con modos impositivos el derecho originario e inalienable que corresponde a los padres como educadores.
5. Lejos de favorecer la autonomía de los centros y las libertades de las familias en materia educativa, la LOMLOE impulsa la hegemonía de un modelo estatal, único y laico que reduce a la mínima expresión los espacios de pluralidad que demanda la sociedad. Si cada persona es única, y en cuanto única diferente, ¿cómo se conjuga esta realidad plural y diversa con el modelo monocromático que nos impone el Gobierno? La sociedad en general, y las familias en particular, tienen derecho a exigir del Estado una oferta educativa que responda a su natural pluralidad.
6. Anima a esta ley una manifiesta animadversión hacia la enseñanza concertada que se deja ver en su articulado. Ahora bien, habida cuenta que un porcentaje importante de este modelo de enseñanza es de naturaleza católica, no debemos excluir la posibilidad de que exista una relación causa efecto en las posiciones que la LOMLOE traduce sobre este particular.
7. Asimismo, pone las bases para sancionar un modelo de educación afectivo-sexual intrusivo que expulsa a los padres en un área donde, de ninguna manera, pueden dejar de ser responsables. Resulta llamativo que una normativa que autoproclama de forma recurrente su inclusividad, insista en expulsar a los padres de la educación de sus hijos, incluso, como es el caso, en su esfera más íntima.
8. La nueva ley de educación, en lugar de estimular la cohesión educativa en el territorio nacional, impulsa su fragmentación, dando pie a tantos modelos educativos como comunidades autónomas. De este modo, no solo no garantiza la igualdad entre los españoles en un campo esencial para su desarrollo, sino que favorece su desigualdad en un marco de alto riesgo de politización.
9. Las familias tienen el derecho y el deber de posicionarse ante una ley que lesiona gravemente sus derechos y libertades esenciales. Es por ello, que a fin de hacer reversible este escenario hostil, las familias han de ofrecer la guerra cultural que vuelva a situarlas en el lugar que les corresponde como principales educadores. En esta dirección, la batalla del lenguaje se erige en una piedra clave.
10. Ello, no obstante, esta situación no obedece a la casualidad. En el curso de tres generaciones, España ha pasado de una exaltación de la autoridad acompañada del desconocimiento de los derechos de los niños, a una hipertrofia de sus derechos y a la práctica liquidación de la autoridad de padres y profesores. Los referentes a los que hoy en día reconocen autoridad proceden del entorno digital que, en su mayoría, proponen modelos de vida poco aptos para construir una vida plena a nivel personal, familiar y social. La principal garantía del interés superior del niño reside en fortalecer la institución familiar, seriamente atacada por instituciones que debieran protegerla. No en vano, el mayor anhelo de todo niño es contar con unos padres que le quieran.
11. La intromisión gubernamental contra la familia se deja ver también en el espacio más íntimo: el sexual. La revolución sexual de los años sesenta tiene como uno de sus fines principales la destrucción de la familia, entendida como la unión de un varón y una mujer de cuya unión proceden nuevas vidas humanas. En consecuencia, se puede afirmar que la implantación social de esta revolución es una de las principales amenazas para el interés superior del niño. En este contexto no se puede desmarcar del papel que desarrolla la tecnología digital, diseñada con el ánimo de provocar graves daños en los niños: genera adicción, acceso precoz a la pornografía, exposición constante de su intimidad, y alto riesgo de ser víctima de delitos cibernéticos (ciberbullying, sexting, grooming, etc.).
12. La aprobación de la ley de eutanasia constituye otro ataque frontal contra la familia. Al igual que sucediera con la LOMLOE y la Ley del menor, el gobierno ha imposibilitado el imprescindible debate ciudadano en una materia que afecta directamente a la vida de las personas más vulnerables y al sentido mismo de las profesiones sanitarias. A la luz de su redacción, existen razones sólidas para dudar de la constitucionalidad de algunos de sus artículos. No solo deteriora la relación de confianza necesaria entre profesionales y usuarios de los servicios sanitarios; deja desprotegidas a las personas que hayan manifestado un testamento vital solicitando la eutanasia, obliga a los objetores a revelar sus convicciones religiosa e ideológicas y, ante todo, abre inevitablemente el paso hacia una pendiente resbaladiza que incide en la cultura de la muerte.
13. En las circunstancias actuales, es fundamental explicar a la sociedad el papel que corresponde a la familia como unión de personas en la que cada ser humano es amado por sí mismo. No hay nada más potente para crear personas maduras y sociedades justas que la familia.
14. En consecuencia, y por todo lo anterior, las familias debemos ser conscientes de nuestra misión en el mundo. Es nuestro deber salvaguardar los vínculos que siempre han existido entre hijos, padres y abuelos. Debemos defendernos de todo aquello que compromete su belleza. La familia es luz en la oscuridad del mundo. Una luz que enciende la fuerza del amor.
15. La última conclusión, aquella que sintetiza en grado sumo lo que pretendía este congreso, creemos que se ilustra a la perfección en la intervención con la que Juan Carlos Corvera, presidente de Educatio Servanda cerraba este congreso. Si como dicen, una imagen vale más que mil palabras, este vídeo vale más que unas cuantas buenas imágenes. Cuando cliques, entenderás de qué estamos hablando.
Elena Martinez Del Hoyo Vazquez
Posted at 21:59h, 13 mayoLa FAMILIA es luz en nuestras vidas es el mejor camino para que nuestros hijos se conviertan en Hombres y Mujeres capaces de de vivir en el AMOR verdadero que nos enseñó Jesucristo.
Gracias de corazón por vuestra labor
Miguel Vallinas Vázquez
Posted at 00:07h, 14 mayoFormidable e imprescindible labor. Las ideas están claras; el problema está en que al Gobierno de España tiene exactamente la voluntad de hacer lo que viene ordenado desde intereses espurios. De todos modos muchas gracias a todos los que han conseguido sacar adelante el IX Congreso de Familias.
Juan Carlos Mercado
Posted at 15:39h, 14 mayoMuy agradecido
Rosañoa
Posted at 16:48h, 14 mayoSolamente dar las gracias a las personas que defienden la familia por encima de todo,
Josefa Diaz
Posted at 18:22h, 14 mayoExcelente, a seguir en la lucha
Luis Javier Zurro Hernández
Posted at 18:50h, 15 mayoTodo está planificado, sin libertad tampoco en posible alcanzar la verdad. Los nefastos sistemas educativos han sembrado la ignorancia abonada por los medios de comunicación, con lo cual estamos creando seres indefensos con absoluta incapacidad crítica. La ausencia de valores y del conocimiento de la historia y cultura de un pueblo conducen al desarraigo, que se torna absoluto si eliminas la familia, ámbito natural de amor, arraigo y protección. Si además potencias los modelos no reproductivos de convivencia familiar, se acerca el fin de la cultura occidental, única que ha logrado el derecho de la libertad individual. El futuro, esclavos sometidos en vías de exterminio
Ricardo Fenollosa
Posted at 18:53h, 16 mayoEsto está chulo