“La dimensión espiritual debe cultivarse y armonizarse con las diversas actividades de distracción”

SS Juan Pablo II

El Centro de Estudios Musicales (CEM) es un centro de estudios de alto nivel con titulación internacional que ofrece una atención personalizada a cada alumno para hacer el seguimiento continuo de sus estudios y alcanzar el máximo rendimiento académico.

 

Si bien es cierto que nace en 2013 con la pretensión de edificar un proyecto educativo que,  centrado en la actividad musical de calidad, fomente la búsqueda de la verdad a través de la belleza, el CEM ha querido profundizar y dimensional el alcance de dicho propósito, con la integración en su proyecto de otras bellas artes, como el ballet clásico, la pintura o el teatro.

 

En este nuevo marco, el CEM, no solo enriquece su oferta educativa, sino que refuerza su trazado musical, a la vez que dilata y ahonda en la magnitud de su voz artística y cultural. Todo ello sin renunciar a esa primigenia y doble vocación que motivara su nacimiento: fomentar en la persona, la búsqueda de la belleza como un fin que le es propio, y complementar la formación y el desarrollo personal de sus alumnos y familias.

 

Como rúbrica a este sello de excelencia, las actividades musicales del CEM son examinadas por profesores de la Associated Board Royal Schools of Music (ABRSM), líder en evaluación musical desde 1889, y la mejor garantía de que el alumno del CEM recibirá una educación musical basada en la calidad.

 

Esta prestigiosa institución musical diseña sus exámenes y evaluaciones de manera que sirvan para motivar a los estudiantes de todos los niveles y edades, procurándoles objetivos realistas y ofreciendo reconocimientos tangibles de sus éxitos

La música, una ciencia para la educación

Pocas disciplinas procuran a la persona tantas bondades como la ciencia musical. A través de la música se incrementa la capacidad de memoria, atención y concentración de los niños. Se mejora la habilidad para resolver problemas matemáticos y de razonamiento complejos, se anima la creatividad y la imaginación infantil, y nos brinda la oportunidad de que los niños interactúen entre sí y con los adultos.

 

Con la música, la expresión corporal del niño se ve más estimulada. Utiliza nuevos recursos al adaptar su movimiento corporal a los ritmos de diferentes obras, contribuyendo de esta forma a la potenciación del control rítmico de su cuerpo. Mediante la música, el niño puede mejorar su coordinación y conjugar una serie de conductas. Al combinarse con el baile, estimula los sentidos, el equilibrio, y el desarrollo muscular.

 

La inmersión en la ciencia de la música introduce a los niños en los sonidos y significados de las palabras y fortalece el aprendizaje, también de otros idiomas, potenciando su memoria. Provoca la evocación de recuerdos e imágenes, enriqueciendo el intelecto, y activa el desarrollo integral del niño al actuar sobre otras áreas del desarrollo.

 

También en la etapa de alfabetización, la música anima y estimula al niño. A través de canciones infantiles, donde las sílabas son rimadas y repetitivas, y acompañadas de gestos que se realizan al cantar, el niño mejora su forma de hablar y de entender el significado de cada palabra.

 

Por último, pero no menos importante por más elevado, la música alimenta el hábito del estudio y la responsabilidad, educa la sensibilidad y encauza a la persona hacia la belleza predisponiéndola para el conocimiento de la verdad.