El cardenal arzobispo de Valencia, inauguró este sábado el II Congreso de Educadores Católicos de Valencia que organiza Educatio Servanda. Antonio Cañizares enfatizó el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos, y la obligación de las autoridades públicas a garantizarlo.
Antonio Cañizares, Gran Canciller de la Universidad Católica de València (UCV), reiteró este sábado que «los padres tienen derecho a elegir la educación de sus hijos y las autoridades públicas a garantizarlo». «Si educa el estado, no podemos tener una sociedad democrática; si educa la familia, la sociedad es libre».
Así se pronunció durante la inauguración del II Congreso Nacional de Educadores Católicos, organizado por la Fundación Educatio Servanda (FES) en colaboración con la Católica por el 70 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, detalla la institución académica en un comunicado.
Cañizares defendió en su intervención que «la tarea educativa de los padres es primordial y nadie puede sustituirla», subrayando que así lo expresa el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, que «relaciona el derecho y deber de los padres en la educación de la prole con la transmisión de la vida humana».
Bajo este prisma, incidió en que «los progenitores tienen el derecho a elegir los instrumentos conformes a los medios que puedan ayudarles mejor en su misión educativa, incluso en el ámbito espiritual y religioso, y las autoridades públicas tienen la obligación de asegurarlo». Igualmente, «los padres tienen el deber de vigilar, aportar y asociarse para garantizar esta educación y a la Iglesia le corresponde ser subsidiaria».
En la apertura del encuentro, celebrado en la sede de Santa Úrsula, también participaron Juan Carlos Corvera, presidente nacional de FES, e Isaac Oliver, vicepresidente de esta institución en la Comunidad valenciana.
Juan Carlos Corvera: “Hay artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos sobre los que hay que seguir trabajando”
El primero puso sobre la mesa que «leyendo en la actualidad la Declaración Universal de Derechos Humanos, se ve que hay artículos que están asumidos, pero otros sobre los que hay que seguir trabajando». Por ello, propuso «una vigilancia de las personas sobre sus propios derechos fundamentales y un reconocimiento a los derechos de los demás».
Como ejemplo, Corvera afirmó en su intervención que le «preocupan mucho las leyes que están basadas en la discriminación positiva, así como las que sancionan por el hecho de estar en contra de una determinada legislación, como son, las legislaciones de los colectivos LGTBI».
«Bajo una capa de proteger unos derechos de un colectivo vulnerable, se ha ido bastante más allá, y lo que se ha dado es un derecho preferente sobre otras personas que piensan distinto sobre la identidad, orientación y educación afectivo sexual», ha aseverado.
La ponencia inaugural corrió a cargo de Vicente Bellver, catedrático de Filosofía del Derecho de la Universitat de València, quien ha destacado que la educación es un derecho que tiene como objeto el «pleno desarrollo de la persona», pero también el fortalecimiento de los derechos humanos en la sociedad, y «para eso, es muy importante educar a las personas en derechos humanos», ha defendido.
Coincidía así con Cañizares en que «los padres son los titulares principales de este derecho» y en que «los derechos humanos no basta con proclamarlos, sino que hace falta interpretarlos». «Y la interpretación está muy condicionada por el tiempo en que vivimos, lo que hace que en momentos nos parezca subrayar el carácter básico de la libertad de expresión y, en otros, más importante el de la igualdad de todos en sus diferencias».
De este modo, «cuando los derechos entran en colisión, la labor de conseguir que se integren correctamente corresponde a los jueces y tribunales pero, por otro lado, a la sociedad, para que sea capaz de dotar a cada uno de ellos del contenido adecuado», concluyó.
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