Discurso de Juan Carlos Corvera, presidente y fundador de la Fundación Educatio Servanda, en la presentación de la Fundación en el Monasterio de La Santa Espina (Valladolid) en 15 de octubre de 2022
Excelentísimo y reverendísimo señor don Luis Argüello, arzobispo de Valladolid, excelentísimo señor don Juan García-Gallardo, vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Excelentísimo Señor don Hipólito Sanchiz Álvarez de Toledo, Marqués de Valderas Excelentísimo señor don Gerardo Dueñas, Consejero de Agricultura, Querido alcalde pedáneo y párroco de La Santa Espina, queridos también alcaldes y párrocos de los municipios vecinos que nos habéis querido acompañar. Queridos profesores del centro de Formación Profesional, queridos directivos, patronos y capellanes, compañeros y amigos de la Fundación Educatio Servanda y queridos también vecinos aquí presentes, Buenos días a todos.
Cuando Silvia, mi mujer, y yo, iniciamos este proyecto en diciembre del año 2006, no imaginamos en absoluto lo que la fundación Educatio Servanda iba a convertirse pocos años después, para la sociedad, para la iglesia y para nosotros mismos, como personas, como matrimonio y como familia. Fue a partir del 2009, cuando comenzamos a ver con sorpresa, que quizá no era una simple obra de inspiración y naturaleza humana. Tras un duro pero sereno discernimiento, con el acompañamiento adecuado, analizando los crecientes y numerosos signos, Silvia y yo decidimos en el año 2013 que yo debía cesar toda mi actividad empresarial para consagrarme también como profesional a este proyecto, Educatio Servanda, al que nuestra familia se ha sentido llamada.
Desde entonces hasta hoy, hemos ido iniciando o asumiendo obras educativas, siempre bajo la inspiración, la protección y el amparo de nuestro patrón, San Juan Pablo II, a quién sentimos presente de manera permanente. Estamos presentes en varias diócesis de España, desarrollando nuestra labor en los cuatro campos de trabajo que la Fundación fue descubriendo e integrando durante sus primeros años.
Educatio Servanda (la educación que debe ser conservada) es una institución educativa. Por eso la familia y la vida son siempre para nosotros una referencia fundamental. Como recuerda Juan Pablo II, somos los padres los que tenemos el derecho originario-porque estamos en el origen, primario -porque somos los primeros- e inalienable, a la educación de nuestros hijos. Por tanto la familia y la vida tienen que estar siempre en el centro de todo proyecto educativo.
La enseñanza reglada, los colegios, los Centros de Formación Profesional, etc, es otro aspecto fundamental de nuestra Misión. Nuestros centros educativos son quizá hoy la cara más visible de nuestra institución, pero también trabajamos en el desarrollo de los jóvenes en terrenos complementarios de educación no formal. Ahí se circunscriben todas nuestras iniciativas en el área del tiempo libre y la cultura. Familia, enseñanza y educación en el tiempo libre, forman el trípode fundamental de nuestro proyecto educativo
Durante estos años, con la ayuda de Dios y la protección de Juan Pablo II, hemos desarrollado una obra educativa presente en varias provincias y diócesis, con siete colegios y tres centros de formación profesional, donde se forman, aproximadamente 4.000 alumnos con sus correspondientes familias y que cuentan con más 400 docentes. Hemos celebrado siete Pascuas de familias, otras tantas propuestas de vacaciones familiares, encuentros de jóvenes y muchas otras iniciativas para la familia su formación y acompañamiento.
Hemos impulsado dos escuelas de tiempo libre, organizado campamentos, acogido a grupos Scouts de Europa, y hemos creado un centro de estudios musicales, del que hoy hemos tenido una breve representación con un grupo de cámara que ha embellecido la Santa Misa presidida por D. Luis Argüello. Quiero dar las gracias a su director D. Jose María Carrera y a las familias de los alumnos que han hecho posible su presencia hoy aquí.
Educatio Servanda también nació desde el principio con una fuerte vocación de presencia en la vida pública, que se ha manifestado a lo largo de nuestra historia mediante la celebración de doce congresos de educadores, múltiples entregas de premios, innumerables comunicados e intervenciones en medios – prensa, radio y televisión- siempre dando la batalla cultural y proponiendo una alternativa desde el punto de vista de la fe.
Les aseguro que han sido años muy intensos y emocionantes… y con intensidad y emoción llegamos también a Valladolid, la diócesis del Sagrado Corazón de Jesús. Nos estamos hoy presentando en sociedad, en la sociedad vallisoletana, en esta comarca de los Torozos, junto a la Tierra de Campos, y lo hacemos en un día muy especial para nuestra institución.
Un día como hoy hace exactamente 6 años, el 15 de octubre del año 2016, nuestra institución y todas sus obras, sus familias, alumnos, trabajadores… nos consagramos al Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles. No es una casualidad que sea hoy el día en que nos presentamos aquí, en la diócesis del Corazón de Jesús. Estamos totalmente convencidos que es Él Quién nos ha llamado, quien nos ha convocado para estar presentes en esta diócesis.
Como podrán ver en la página web del Monasterio, una sencilla comunicación en el 2018 seguida de una conversación con el Marqués de Valderas, nos han conducido finalmente hasta aquí, hasta el Monasterio de La Santa Espina. D. Hipólito nos pedía, como él mismo ha explicado durante su intervención, que acogiésemos esta obra para dar continuidad al legado de su familia y a la labor que los hermanos de La Salle han venido desarrollando en ella durante los últimos 135 años.
Pueden entender que supone una enorme responsabilidad asumir un legado como este. Durante los cuatro años siguientes a esta primera conversación, pandemia incluida, fuimos trabajando, conociéndonos, y sobre todo discerniendo si esta nueva petición correspondía con los planes de Dios para nosotros. En el momento que creímos que, en efecto, todos los signos apuntaban a ello, pusimos todo lo que estaba en nuestra mano para desarrollar el proyecto tal y como habéis podido ver en la presentación de su recién creada página web.
Nacemos aquí respirando con dos pulmones. El primero de ellos representado y animado por D. Pedro Luis Llera, nuevo director de la residencia de estudiantes donde, como él ha explicado y no voy a abundar en ello, viven de lunes a viernes en periodo escolar un total de 82 alumnos. Dar continuidad a la residencia de estudiantes supone dar continuidad al mismo centro de Formación Profesional que se ubica en el Monasterio y proporcionar además a esos alumnos una educación extraacadémica a todos esos jóvenes.
Quiero ahora dedicar unas palabras a este centro de Formación Profesional que he tenido la oportunidad de conocer. La Formación Profesional en La Santa Espina es de máxima calidad, de una excelencia que sorprende. No es fácil encontrar unas instalaciones como estas, con sus hectáreas de terreno aparejadas, dónde se pueda desarrollar a la vez la teoría y la práctica, qué es la mejor forma de aprender. Es mucho más que un centro de Formación Profesional, es una explotación agrícola y ganadera en toda regla, donde los alumnos estudian, se forman y se titulan.
Un centro de estas características resultaría inviable desde la iniciativa privada. La cantidad de recursos que los alumnos de La Santa Espina tienen a su disposición para ofrecerles la formación que reciben sería imposible para una institución privada. Es entonces cuando adquiere pleno sentido que las administraciones empleen sus recursos, cuando la iniciativa privada no llega a proporcionar un servicio necesario. Felicito a la Consejería por su incondicional apoyo a este tipo de Formación Profesional. Les garantizo, desde la posición que ocupamos, nuestra lealtad y apoyo institucional al centro de Formación Profesional.
Esta colaboración con el Centro de Formación Profesional qué continúa dirigiendo la Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Agricultura, se ha asegurado mediante de un convenio de colaboración entre la Junta, la Fundación de La Santa Espina y Educatio Servanda, que va a permitir dar continuidad a la residencia de estudiantes en este monasterio.
El segundo de los pulmones a los que me refería antes acaba de ser brillantemente expuesto por Óscar, director de comunicación de Educatio Servanda. Se trata del desarrollo integral de la Obra de La Santa Espina. Un propósito que se vio materializado en el mes de febrero de este año mediante un convenio de colaboración entre la fundación de La Santa Espina, el Arzobispado de Valladolid y Educatio Servanda para dar todo el impulso del que seamos capaces al monasterio a través de las diferentes actividades qué desarrollaremos aquí. Estos dos convenios, como bien recordaba D. Hipólito, constituyen un ejemplo paradigmático de colaboración público-privada, religiosa y no religiosa, colaborando lealmente para asegurar el bien común de la Obra de la Santa Espina
Durante los próximos años, trataremos de desarrollar aquí nuestros fines fundacionales, nuestro compromiso con la sociedad a través de las diferentes líneas de trabajo que desarrollarán nuestras acciones concretas.
Cuando asumimos una nueva obra, como familias concretas que somos, pero también como institución constituida en familia de familias, la acogemos como cuando recibimos un nuevo hijo, con sorpresa, con agradecimiento y con responsabilidad. Pueden estar seguros de que nos empeñaremos como padres, en el cuidado y el acompañamiento de este nuevo hijo que el Señor, a través de esta institución, nos ha confiado.
Desde nuestro compromiso con la enseñanza, trataremos de acercar a los escolares al mundo rural. Nos parece necesario que las nuevas generaciones, no sólo los que están en nuestros centros, sino también de otros centros de la zona, y más particularmente de zonas urbanas, reconozcan y valoren la importancia del mundo rural.
En este sentido nos gustaría poder desarrollar y potenciar la actividad del Centro de Interpretación de la Vida Rural ubicado en estas instalaciones.
En relación con nuestro compromiso con la familia y la vida, ya hemos comenzado a desarrollar la residencia, sus habitaciones y sus instalaciones. Celebraciones de Semana Santa, vacaciones de verano, fines de semana, encuentros y celebraciones de todo tipo que supongan una oportunidad de crecimiento y fortalecimiento de la vida conyugal y familiar.
También asumiremos aquí nuestro compromiso con el tiempo libre y la cultura. Estamos en un sitio privilegiado con un entorno privilegiado. Los Montes Torozos, donde se enclava el Monasterio, ofrecen la posibilidad de desarrollar todo un elenco de actividades de tiempo libre: senderismo, ciclismo, acampadas y actividades al aire libre que pueden ser perfectamente compaginadas con las instalaciones deportivas del propio monasterio y del pueblo colindante, La Santa Espina, en cuya pradera niños y adultos tienen pueden disfrutar de la naturaleza.
La cultura y el entretenimiento tienen también un amplio espectro de disfrute. En torno al Monasterio, a no más de 10-15 km de distancia a su alrededor, hay una cantidad sorprendente de pueblos que el visitante no puede perderse. Estando aquí muchos de sus alcaldes, no me atrevo a citarlos todos de memoria porque siempre dejaré alguno. Les invito a entrar en la página web y descubrirlos para después no dejar de visitarlos.
Y por último, pero no menos importante, nuestro compromiso con la presencia en la vida pública. Nos gustaría modernizar y potenciar aún más las visitas culturales a este monasterio, ceder espacios a todo tipo de organizaciones y administraciones, públicas o privadas, para la celebración de actos, congresos, presentaciones de productos… en definitiva, hacer del Monasterio de la Santa Espina un lugar de atracción turística y empresarial para toda la comarca.
Estos proyectos constituirán, Dios mediante, el cuerpo de nuestra acción, ahora bien, su alma, su espíritu viene marcado por lo que los monjes cistercienses iniciaron aquí hace 875 años. La revitalización espiritual y pastoral del Monasterio es nuestro mayor anhelo. Deseamos que el Monasterio pueda convertirse, con la ayuda de Dios y en esta tercera etapa de su vida con el acompañamiento de San Juan Pablo II, en un faro de renovación apostólica. Doy las gracias de manera especial al párroco de la Santa Espina y a los párrocos que nos acompañan porque de esta manera puedo expresarles de manera directa esta aspiración e invitarles a participar en ella.
Por la propia naturaleza de Educatio Servanda, cada instalación que posee o gestiona, están a plena disposición de las diócesis donde se ubican. Deseamos abrir este monasterio a las parroquias, al arciprestazgo, a la Iglesia diocesana de Valladolid y a toda la Iglesia, recuperando el valor espiritual de la reliquia que da nombre al Monasterio, de forma “que vuelva a tributársele en culto que de antiguo daban los monjes y los fieles en aquellos tiempos”. Así fue declarado por los teólogos consultores de la Sagrada Congregación de Indulgencias y reliquias de Roma.
A la vista de su relicario y tras examinar el voluminoso expediente enviado por el obispo de Palencia, D. Enrique de Almaráz, en el año 1905 la Sagrada Congregación reconoció la autenticidad de la reliquia en un documento que se conserva y del que reproduzco su parte final: “En cuya virtud, usando de nuestro derecho y constatándonos del culto que de tiempo inmemorial se viene tributando a la referida reliquia. Nos decretamos y ordenamos que vuelva a tributársele en culto que de antiguo daban los monjes y los fieles en aquellos tiempos y en tiempos posteriores, según lo afirman testigos de veracidad y conciencia, pudiéndose celebrar la fiesta litúrgica en la misma forma y en el mismo día que se celebraba en el Monasterio de la Santa Espina”. Educatio Servanda hace suya esta exhortación.
Todas estas reflexiones e intenciones, queridos amigos, no son palabras vacías. En los cinco primeros meses que hemos trabajado en esta nueva obra, ya hemos traído aquí a más de 300 familias en la Pascua y en las dos semanas de vacaciones de verano. Hemos acogido un campamento, un curso de formación de nuestros directores y directivos en este mismo salón y en las instalaciones de la residencia. Con esta actividad, aún incipiente, hemos generado 18 puestos de trabajo de temporada y el tráfico comercial inherente con proveedores y empresas locales que nos han provisto de todo lo necesario para el buen fin de las actividades.
Para terminar, queridos amigos, quiero afirmar con humildad, pero con contundencia, que vamos completamente en serio con este proyecto, en él también pensamos en grande. Tenemos ideas, tenemos ilusión, tenemos determinación y tenemos equipos competentes y comprometidos.
Quiero reclamar de las autoridades presentes, la necesaria colaboración institucional a la que sin duda están llamados. Colaboración de la Junta de Castilla y León, de la Consejería de Agricultura, de la Consejería de Cultura, de la Diputación y de los alcaldes de los municipios de la zona, porque si nosotros lo hacemos solos llegaremos antes, pero si lo hacemos juntos llegaremos mucho más lejos.
Muchas gracias
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